11.6.15

Pixar y los pactos

No me he olvidado de escribir, pero estas semanas han sido bastante ajetreadas: dormir, comer, respirar y todas esas cosas...
Me he puesto los prismáticos de Wall-E para encontrar los colores perdidos de un cuadro que al fin he conseguido que no me desespere, el secreto está en la síntesis cuando aparecen los problemas; la síntesis y desbloquear la obsesión, que a veces, en vez de ayudar, perjudica.
La óptica de las cosas, el imperio de los sentidos, lo que ves, necesita invariablemente cambios en sus puntos de vista, y no obsesionarse y asumir los defectos de uno, amaina los defectos de los demás...

Básicamente como los peluquines, mejor vivir con tus propios defectos que ocultarlos a los demás. Por aquello de los pactos y las negociaciones, Monica Oltra jugando a ser la madre de los Increíbles, flexible, sin saber lo que va a pasar, mientras en los ayuntamientos Rayo McQueen se lleva raudo y veloz las pruebas que puedan inculpar a concejales, ediles, empresas y demás...
Pase lo que pase, algunos han trabajado estas dos semanas más que en dos legislaturas, mirando a otro lado como el esmirriado jefe de Gusteau's ante las campañas publicitarias de comida basura mientras Ratatouille se tira de los pelos.
Y aunque cuando se comience de nuevo no se irá la deuda del Nou Mestalla volando como la casa de Up a Venezuela, al menos, tienen la obligación de sanear todos esos edificios que cada población tiene, y que sirven para el pueblo y no para enriquecerse a costa de, o para protegerse de, o para obtener reconocimiento y fama.
Así que, aunque los nuevos sean un poco Señor Patata, o nos den más miedo que la fabrica de sustos de Monstruos S.A. quizá sea el momento de pasar página y comenzar a pensar en cosas más constructivas y vivir como bichos de distintas especies en el mismo ecosistema, amparados por un sistema decrépito y corrupto como Lotso, pero que se debe cambiar desde la educación y la cultura, para, por ejemplo empezar a enseñar que los medios de comunicación mienten constantemente, que los cómics no son sólo para niños, que los dibujos animados también son para adultos, que leer es superior a mirar y escuchar mejor que gritar, y así poco a poco tendremos un bonito final feliz, aunque Doris no se acuerde...